Más de 600 personas presencian en La Victòria la primera cremà con luz de una falla
- Un grupo de fotógrafos realizó en la noche de la plantà una cremà simulada con linternas en una exhibición promocionada por la Unesco
El monumento grande de la Falla La Victòria ardió durante la noche de la plantà del pasado sábado, en un acto que generó gran expectación y que congregó a más de 600 personas. Un incendio simulado con linternas y máquina de humo, enmarcado dentro del espectáculo que esta asociación cultural de Puerto de Sagunto realizó dentro de su proyecto Il·luminem! dedicado a la pintura de luz o lightpainting, en el que también se incluye su llibret, elaborado mediante esta técnica fotográfica a cargo del equipo de La llum de la nit.
Durante algo más de media hora, el alumbrado público de la avenida Camp de Morvedre y las calles adyacentes quedó apagado, así como también los rótulos luminosos y escaparates de los comercios de la zona. Tras proyectar un vídeo en el que se mostró de forma didáctica cómo han realizado algunas de las fotos del llibret, el delegado de comunicación de la falla, Paco Quiles, explicó en qué iba a consistir la exhibición, «algo que no se ha realizado nunca a esta escala y que ha contado con el reconocimiento internacional de la Unesco». Y es que Il·luminem! es uno de los veinte proyectos españoles que este organismo internacional incluye dentro de la programación organizada en el Año Internacional de la Luz, que abarca a 96 países de todo el planeta.
Cuando los fotógrafos estuvieron a punto, llegó el momento de que los presidentes de la falla, Miguel Ángel Segovia y Pau García, así como las falleras mayores, Laura Pastor y Laura Segovia, se quedaran totalmente inmóviles, durante los 16 minutos que duró el tiempo de exposición de la fotografía. A un lado de la toma, los representantes “encendieron” la traca que prendería el monumento, lo que fue simulado con una bengala en movimiento siguiendo el trazado que realizaría una traca real. A continuación, los lightpainters iluminaron con linternas todos los ninots, en colores fríos y cálidos. Después llegó el turno de simular el fuego, con unos grandes pompones de tiras de plástico iluminados con linterna amarilla, que en movimiento generaron las llamaradas que también envuelven al estandarte de esta comisión en la portada de su llibret. Por último, los pintores de luz generaron humo artificial con una máquina, que tintaron de amarillo y naranja, justo antes de mostrar en una pantalla gigante el resultado final de la ‘cremà’ y hacer otra fotografía grupal con el equipo organizador y las autoridades asistentes, entre ellas el alcalde de Sagunt, Sergio Muniesa y los representantes tanto de la federación Junta Fallera de Sagunt, así como los de la Targa del municipio italiano hermanado, Cecina.
Un llibret poco común
El llibret de esta falla también se enmarca en el proyecto Il·luminem! y pone de manifiesto la importancia de la luz, no sólo en los artículos que contiene y otros contenidos, sino también en la parte gráfica, en la que una buena parte la ocupan las fotografías nocturnas de larga exposición y el lightpainting. Así, entre otras fotografías se puede ver a los artistas falleros, en sus talleres, pintando literalmente con luz sus ninots en la penumbra o a las falleras mayores y presidentes de la falla envueltos en llamas.
La idea de realizar estas sesiones de pintura de luz surgió este verano, en mitad de una sesión fotográfica nocturna en la que trabajaban este fallero de La Victòria y Alejandro Romero. “Habíamos cerrado días atrás con Paco Fuentes el proyecto para la falla grande, ambientada en las criaturas de la noche y qué mejor forma de lograr la sintonía monumento-llibret que así, justo en el Año Internacional de la Luz. Por ello, nos pusimos en contacto con unos amigos que también practican el lightpainting y organizamos las sesiones”, dice Quiles, que junto a Romero se integraron para este proyecto en La llum de la Nit, junto a los fotógrafos habituales de este grupo del sur de Valencia y norte de Alicante: Sergi Boix, Victor Francés y Alfredo Benavent.