
Ha fallecido Bernardo Morosoli, quien fuera fallero destacado de la comisión fallera de Sueca-Literato Azorín, del barrio de Ruzafa, y quien, por méritos propios, se erigiera en motor principal del lugar que ahora ocupa esta falla en la mente ya no de valencianos y valencianas, sino también de todo turista que haya visitado las Fallas de Valencia en el mnes de marzo: punto de referencia por su iluminación o alumbrado y el monumento fallero.
Morosoli arrastraba una enfermedad desde hace años, contra la que luchaba y, desde hace unas semanas, había tenido una notable recaída. Y aún con ella salió en la ofrenda con la falla Cuba-Buenos Aires -debido, dicen, a las diferencias existentes con la actual comisión de su Falla de toda la vida-.
Fue presidente de Sueca – Literato Azorín hasta el pasado ejercicio, el más convulso para la comisión, para él y para los cuatro falleros que cogieron la presidencia.
Era padre de varios hijo, entre ellos de Amparo Morosoli, que fue Fallera Mayor Infantil de Valencia e infantil y mayor de la falla del barrio de Ruzafa, y un empresario que llevó su empresa Transport con bastante diligencia.
Su carácter le llevó también a estar enfrentado con los vecinos del barrio pero también es cierto que, al final, se llegaron a acuerdos para la instalación de las luces y bajo su presidencia de consiguió un primer premio de las Fallas.
Bernardo Morosoli no dejó indiferente a nadie pero sobre todo es, era y fue un amante de las Fallas, de su familia y amigo de sus amigos.
La familia ha dispuesto que el féretro esté en el Tanatorio Municipal de Valencia a partir de las 11 horas. Ahora falta saber cuando será el entierro, de lo que informaremos en su momento. Ciberfallas se suma al duelo de su familia, la de un gran fallero.